miércoles, 16 de noviembre de 2011

Bienvenidos!



Mi nombre es Iván Mora y si has decidido entrar en mi Web, es que por un momento te has interesado por mi obra, te la han recomendado o simplemente ha sido por error con lo cual, aún te encuentras a tiempo de abandonarla, puesto que el tiempo es el bien más preciado con el que contamos y al que a veces no le prestamos la suficiente importancia o no sabemos de qué manera aprovecharlo.
Si aún continúas aquí, eres bienvenido. Como decía, el tiempo es el bien más preciado con el que contamos en nuestra vida y el que sólo nosotros decidimos como utilizar, aprovechar o malgastar. Cualquiera de las mencionadas opciones que a diario todos elegimos, son siempre por decisión propia, simplemente por lo que nos apetece hacer o lo que sentimos que debemos hacer en ese instante y de ese modo, dedicamos el tiempo requerido a desarrollarlo, o a desperdiciarlo, enviándolo al limbo de una manera irrecuperable. Pero lo utilices de un modo u otro siempre será así, la diferencia es que el tiempo que podamos emplear en ciertas cosas u otras llegará a saciar nuestras inquietudes, dependiendo del grado de creencia que tengamos en lo que hacemos, o puede que abran una brecha más profunda en todas ellas. Sólo nosotros elegimos una de las dos opciones.
Después de esto te podría decir que nací en Alicante un 14 de Mayo del 83, pero seguramente eso sólo te sirva para desperdiciar unos segundos más de ese tiempo que jamás volverás a recuperar, con una información totalmente irrelevante y que no variará nada en ningún aspecto de tu vida. También podría decirte que soy escritor, aunque seguramente ya lo sabrás, recientemente he publicado mi primera novela El Último Atlante. Novela en la cual he decidido invertir parte de ese tiempo, que nunca volveré a recuperar. Quizás la inversión de ese tiempo me haya servido para calmar mis propias inquietudes reflejadas en papel, todos los escritores queremos que nuestras obras se vean publicadas, que aparezcan en las mejores librerías y se vendan muchos ejemplares para rentabilizar ese tiempo dedicado a ellas y poder volver a invertir más en continuar escribiendo. Seguramente sea así. Pero también cabe la posibilidad de escribir para uno mismo, de sentir la necesidad de dedicar tu tiempo en hacerlo, de entrelazar historias desfragmentando tu propia alma otorgándosela en diferentes proporciones a todos y cada uno de los personajes que nacen en la obra, dotándolos de diferentes versiones de ti mismo. Seguramente yo sienta la necesidad como individuo de hacerlo, creyendo ciegamente en lo que hago, una y otra vez. La necesidad de invertir el tiempo en ello indiferentemente de a quién o adónde llegue lo escrito, pero siempre con la satisfacción de que el tiempo empleado en ello habrá sido siempre la mejor inversión que jamás podré haber realizado.